Educación Montessori

No es una filosofía, ni un adoctrinamiento sectario, ni una nueva idea de moda de educación para ricos...

¡DA UN PASO ATRÁS!

Es una forma de educación muy seria, casi centenaria, calificada de alternativa, aunque es un sistema tradicional de enseñanza en muchos países(sobre todo los nórdicos).

Es un enfoque de la educación que en Francia llevamos mucho retraso, a menudo por ignorancia, pero también por un sistema educativo estatal y monopolista muy rígido en nuestro país (sin calificarlo de "mamotreto" como han hecho algunos ministros...). No es una educación reservada a los ricos, los discapacitados o los autistas, ¡es una educación para todos!

Ayúdame a hacerlo solo

Resulta un poco simplista e imposible resumir una pedagogía así en pocas palabras, pero esta frase de Maria Montessori es un preámbulo bastante explícito de las bases de su pedagogía. Maria Montessori fue una gran mujer de su tiempo: una de las primeras doctoras de Italia en 1896, era licenciada en biología, psicología y filosofía y también psiquiatra. Así que era una verdadera investigadora, una científica, no una maestra. Y eso es sin duda lo que la ayudará, porque hay que empezar por desaprender para poder aprender con ojos nuevos.

Todo empezó cuando observó que los niños discapacitados a su cargo eran capaces de un alto grado de autonomía, autodisciplina y concentración, siempre que estuvieran en un entorno y con un equipamiento adaptado (la razón de ser de Montessori Spirit). Su revolución puede parecer bastante simple a primera vista, y puede parecer lógico, pero hoy en día no siempre es así: basta con mirar a nuestro alrededor. Sus métodos han permitido que niños que al principio eran deficientes se desarrollen mejor que los llamados niños "normales", ¡así que debe haber algo mal en la forma en que se enseña a los llamados niños "normales"!

La educación Montessori es, por tanto, un conjunto de grandes principios que parecen sencillos y obvios, pero que nos exigen a los adultos cuestionar muchas de las cosas que nos han enseñado, hacer un esfuerzo por reaprender, dejar de ser excesivamente intervencionistas (aunque queramos hacer lo correcto y ayudar al niño), porque necesitamos confiar en el niño en su largo aprendizaje, dejar que florezca y descubra a su ritmo, como él considere oportuno: El niño no es un recipiente que hay que llenar, sino una fuente que hay que dejar brotar".

El papel del profesor es esencial para apoyar el desarrollo del niño, ayudándole a ser lo más autónomo posible, dándole confianza en sí mismo y autoconstrucción, y escuchándole a través de la observación experta. Sí, en la enseñanza Montessori, ¡es el profesor quien escucha y observa! Para guiar mejor, animar y nunca ordenar, porque educar no es adiestrar.

PERIODOS SENSIBLES Y RITMO

Según María Montessori, los niños pasan por distintos periodos sensibles, fases del desarrollo que todos los niños atraviesan en sus primeros años y que no volverán a encontrar más adelante. Por eso es importante respetar al máximo estos periodos sensibles en los niños, que no sólo pedirán tal o cual cosa para sí mismos, sino que serán mucho más receptivos a ella y la integrarán mucho más profundamente en su mente. Es función del educador (pero también de los padres) observar estos distintos periodos, pero también respetarlos.

Esto va totalmente en contra de nuestra educación tradicional: ¡no todo el mundo aprende lo mismo al mismo tiempo! Algunos niños caminan más deprisa, otros hablan más deprisa... ¿cómo se puede pretender que todos caminen con 1 año? ¿Todos los niños tienen que ir al baño a los 2 años y 11 meses antes de empezar la guardería? ¿Todos los niños tienen que saber hablar a los 2 años? ¿Hay que promulgar una ley? No, simplemente no tienen el mismo ritmo natural (y sin embargo la gran mayoría de ellos acabarán aprendiendo a ir al baño, a hablar y a andar).
La verdadera cuestión es bastante simple: nuestro sistema, que ya tiene dificultades para gestionar la "masa de niños", no puede permitirse individualizar a los niños en su estructura y diseño actuales... pero ¿son los métodos de enseñanza los que deben adaptarse al sistema o al revés? Los niños tienen ritmos diferentes sin que se les pueda calificar de "rápidos" o "lentos", igual que los adultos tenemos ritmos diferentes en nuestras vidas como en un simple día.

LIBERTAD Y AUTODISCIPLINA

Puede sonar contradictorio, pero de eso se trata. La pedagogía Montessori no significa dejar que nuestros pequeños monstruos creen la anarquía en el aula a su antojo. De hecho, llamamos"ambiente" a esta sala porque en ella comienza la labor del educador y la pedagogía: todos los materiales están a la vista y al alcance de los niños, gracias al mobiliario y a la adecuada preparación del entorno. Sólo hay un equipo de cada tipo, lo que enseña a los niños los conceptos de compartir y respetar a los demás, así como a gestionar la frustración. Los niños se inclinan instintivamente por una actividad que han elegido entre las propuestas. Están familiarizados con la actividad, que ya se les ha presentado, y quieren probarla y dedicarle el tiempo necesario.

Gracias a la presentación y al material autocorrectivo, los niños serán capaces de detectar sus propios errores. Saben que tienen derecho a volver a empezar, pero sobre todo a equivocarse. El objetivo no es tener éxito, sino experimentar una y otra vez, mejorar por sí mismos. De hecho, ¿cómo vas a querer volver a hacer algo si te has equivocado y te han criticado por ello? Lo único que puedes hacer es tener miedo a volver a fracasar, así que no te atreves, y mucho menos a mejorar. En cambio, si el niño tiene éxito, no es cuestión de sacar la fanfarria para felicitarle en exceso; debe estar contento por sí mismo, no porque el adulto esté contento. Así que el hecho de que haya hecho un dibujo (y sea tu hijo...) no significa que tengas que gritarle "¡qué dibujo más bonito! En lugar de eso, pregúntales si les gusta el dibujo y qué representa, por ejemplo.

ACCIÓN INDIRECTA

Es más beneficioso actuar sobre el entorno del niño que sobre el propio niño. Una vez más volvemos a un entorno preparado y adaptado. No tiene sentido gritar a un niño porque le cuesta mover una silla de adulto que es 3 veces más grande que él, o porque no puede vestirse solo aunque haya 3 cremalleras, 4 velcros y 10 nudos para ponerle los pantalones (o para desabrocharlos para que pueda ir solo al baño y se "orinalice" más rápidamente...).

De hecho, si no se grita, tampoco se habla en una escuela Montessori, se habla en voz baja. Automáticamente, el niño hablará menos alto y respetará el entorno y a los demás. No les decimos que guarden sus cosas, ponemos muebles a su alcance y ellos ordenarán de forma natural. Si se ensucian pero tienen a su alcance materiales adaptados a su tamaño y fuerza, también se limpiarán solos. Todas estas acciones indirectas son importantes, y van de la mano de la autodisciplina y la libertad, la autonomía y la autorrealización.

EXPERIENCIA VITAL Y FORMACIÓN

Ya hemos señalado que los niños tienen derecho a equivocarse, pero también a volver a empezar, simplemente porque se han perdido algunos conceptos y les gustaría volver a ver algo en concreto. ¿Quién no ha visto a un bebé dejar caer su sonajero 50 veces (50 veces? Sois padres pacientes, eso es bueno...). Un pediatra os dirá que el niño ya está experimentando, mirando cómo cae el objeto, intentando entender por qué y cómo, intentando que caiga de otra manera y volviendo a empezar hasta que haya entendido y asimilado su experiencia. Es importante entender que los niños se enfrentan a un mundo de adultos y a conceptos de adultos, ¡y que los están descubriendo por primera vez!

Para captar este concepto, los niños necesitan experimentar con todos sus sentidos. Para ello, necesitan materiales que les atraigan por su belleza y sus colores, y que les produzcan una sensación agradable al manipularlos. Necesitan medir, pesar, comparar y contar para integrar este concepto y hacerlo suyo. Para Maria Montessori, los niños son capaces de hacer muchas cosas por sí solos. Hay que dejarles experimentar y respetarles. Respetándoles, respetarán también a los demás, y haciéndoles más sociables, los niños adquirirán disciplina interior y confianza en sí mismos. La educación en este sentido no es una simple suma de conocimientos, sino una verdadera ayuda para la vida.

Montessori Spirit Cómo encaja con los métodos de enseñanza Montessori