Esta draisienne es una excelente oportunidad para los niños que aún no dominan realmente el ciclismo.
Gracias a su tamaño y diseño, es fácil que los niños pequeños se suban a ella. Ahora pueden montar su propia bicicleta, igual que los niños mayores. También es ideal para desarrollar habilidades básicas de equilibrio en una etapa temprana.
La capacidad de sentarse erguido precede a la de utilizar los pedales, pero las piernas y los pies pueden utilizarse como ruedas de entrenamiento. El contacto con el suelo proporciona a los niños un comienzo fácil y seguro, dándoles confianza para hacer más cosas.
Los niños aprenden a levantarse del suelo, desplazarse y mantener la velocidad. Es un comienzo suave y divertido en la vida como ciclista, y una forma excelente de aprender a mantener el equilibrio sobre una bicicleta en movimiento. La draisienne también pone a prueba las habilidades motrices del niño. Mientras montan, los niños tienen que empujar con las piernas, coordinar los brazos y las piernas, calcular la distancia y superar los obstáculos del camino.