La capacidad de clasificar objetos se basa en la idea de relación.
El niño debe conocer algunas características comunes entre los objetos para poder agruparlos. El trabajo de clasificación, que consiste en determinar una relación que permita agrupar los objetos según pertenezcan o no a la clase, es la base del trabajo posterior con definiciones. Para el niño pequeño, la clasificación pasa por al menos tres niveles. En primer lugar, se realiza una clasificación simple en función de la pertenencia de los objetos entre sí; en segundo lugar, los objetos se clasifican en conjuntos disjuntos; y, por último, tiene lugar una clasificación múltiple en la que los objetos pueden pertenecer a dos o más de las clases.
Esta actividad incluye 4 juegos con 10 tarjetas cada uno. Los materiales vienen precortados con todas las esquinas redondeadas.